domingo, 9 de agosto de 2009

La Misteriosa Llama de la Reina Loana: Umberto Eco y la otra mirada al comic.

La Misteriosa Llama de la Reina Loana: Umberto Eco y la otra mirada al comic.

Es importante dar inicio a esta lectura de la novela de Eco, “La misteriosa llama de la Reina Loana” destacando la ineludible referencia e importancia que el italiano ha dado al comic book a lo largo de su carrera. Tanto en su quehacer creativo en forma de interdiscursividad o trasfondo, como en el ámbito teórico con títulos como “Apocalípticos e integrados” específicamente dedicados a analizar esta disciplina, la noción que sus páginas nos entregan con respecto al noveno arte, es la de un universo textual complejo, gracias al cual se pueden abordar múltiples facetas de la cultura al punto de pensar en términos de un nuevo discurso mítico.

En el caso particular de “La misteriosa llama…” novela que motiva esta reseña, vemos a Eco aludir a una gran galería de personajes e historias provenientes de diversas partes del mundo aunque principalmente de Norteamérica. Éstas se acompañan a lo largo del texto con fotogramas de las portadas o viñetas respectivas y se les ubica a la par con textos canónicos como las novelas de Dumas y Salgari. Hay que añadir también, que la gran mayoría de comics revisados, son un producto cultural situable dentro del contexto de la primera mitad del siglo recién pasado, bajo el alero de las guerras mundiales y el surgimiento del fascismo en Italia, esto determina el fin comunicativo que muchos de los materiales revisados, tuvieron en su momento, lo cual sólo varía de acuerdo al autor, país de procedencia y filiación política. Hay algunos con un claro afán propagandístico, otros de corte social, satírico o llana entretención; lo cual arroja un panorama fértil de intertextualidades provenientes del mundo pop que tributarios de un doble código y en clave kitsch, se complementan con el llamado arte culto y la novela de sillón, en la tarea de educar sentimentalmente a toda una generación de eventuales destinatarios.

En tal medida, los receptores de ésta novela, podemos acceder por medio de la trama y sus estrategias tanto textuales como visuales, a otra mirada del desarrollo cultural de la península itálica, Europa y el occidente de la contemporaneidad; en éste caso, bajo el prisma de un adulto que posee una situación muy peculiar, el personaje protagonista de Eco, Giambattista Bodoni, también denominado "Yambo" sufre un accidente vascular encefálico que le hace perder la memoria episódica, en otras palabras todo recuerdo asociado a sus sentimientos, más no así a un conocimiento semántico que podemos calificar de enciclopédico, de manera que Eco construye una verdadera estrategia semiótica en este ser de ficción, postura que el crítico José García Landa comparte: (…)como estrategia narrativa es ciertamente sugestiva, y está magistralmente llevada por Eco. Claro que inocente del todo no es la estrategia... lo que nos encontramos es un personaje diseñado a medida para ejemplificar algunas de las ideas de Eco sobre el conocimiento enciclopédico, o más exactamente sobre el conocimiento público de la Comunidad (Landa 2007:3)

Gracias a Yambo, situado en un presente despersonalizado producto de la perdida de su memoria emocional o episódica, los receptores del mensaje literario, ingresamos a la búsqueda de este hombre por dar sentido a su existencia y proyección a la misma en base a una extensa enciclopedia sin contexto inmediato. Revalorando así, una serie fecunda de productos populares y masivos que descansan como retazos de su pasado, en el abandonado hogar infantil ubicado en una ruinosa residencia en Solara, la que junto a fragmentos de intrahistoria, guarda testimonios del mundo entre ítems vintage y de colección.

Los comics y la imagen privilegiada de Flash Gordon, uno de los universos de ciencia ficción y aventura mayormente aludidos por Eco en su obra, cumplen de éste modo, un papel indispensable al determinar quién fue Bodoni, el protagonista que en términos de Barthes podemos calificar como un yo que: no es un sujeto inocente, anterior al texto, que lo use luego como un objeto por desmontar o un lugar por investir Ese 'yo' que se aproxima al texto es ya una pluralidad de otros textos, de códigos infinitos, o más exactamente perdidos (cuyo origen se pierde)”. (Barthes 1986:6) Por tanto, la voz principal de la novela se nos presenta como un sujeto cruzado por una diversidad de textos en la medida que creció viéndose afectado como tantos otros, por la recepción, íconicidad, rupturismo, censura o utilidad propagandística de estos medios de masas y forma particular de arte; edificando un ideolecto complejo y rico, digno de ser interpretado con detenimiento por la teoría semiótica.

Al realizar un complejo análisis semántico del comic book y su rol en la obra, destaco los tres aspectos de este nivel del signo: el social, dialéctico y simbólico encontrando una serie de relaciones que van desde la revelación infantil ante el totalitarismo e intervención demagógica de Mussolini, (..)si exceptuamos a Gordon. Las reproducciones, sacadas quizá directamente de las publicaciones americanas, sin pagar derechos, estaban mal impresas, a menudo con los trazos confusos, los colores dudosos. Por no hablar de otras páginas, tras la prohibición de las importaciones desde las costas enemigas, cuando el Hombre enmascarado se presentaba con una malla verde, imitado malamente por un dibujante italiano, y con otras señas de identidad (Eco 2005: 267)

Al descubrimiento de la identidad sexual y el erotismo que sufre un pre-adolescente al confrontar el para nada solapado escote y largas piernas de Dale Arden o las novias de turno del Agente secreto X9: No podía decir si ésa era la imagen mas erótica que hubiera visto nunca, pero sin duda (…) era la primera (Eco 2005: 271)(…) Una pierna que asoma de una largo y suave vestido casi transparente y pone de relieve las curvas del cuerpo. Si aquélla había sido una imagen primordial, ¿habría dejado una huella? (Eco 2005: 271)

Asimismo es importante destacar el vaso comunicante que Eco hace entre Flash Gordon, La Odisea y la Divina Comedia o la preponderancia dialéctica que da en general a una existencia textual incluso por encima de la realidad sensible al analogar la llegada al paraíso o nirvana con la síntesis de uno mismo, que al leerse y más aún al escribirse, educado sensiblemente por el llamado arte culto y el kitsch de manera indistinta, encuentra su Aleph haciéndose consciente de lo fragmentario de la identidad, aún cuando tal revelación llegue demasiado tarde abriendo la gran hiperbiblioteca que constituye la memoria. Y al fin, gran Dios, he visto como el apóstol, he visto el centro de mi Aleph desde donde se divisaba no el infinito mundo, sino la cartilla de mis recuerdos. (Eco 2005: 457)

Para Eco; el territorio textual se presenta como la verdadera realidad y la única posibilidad de equilibrio; esto se aprecia en los pasajes transcritos que muestran a un Bodoni resignado abrazando la escritura de su existencia de forma autónoma y plena: Ya lo sé, me entrego una vez más a mi memoria de papel, pero no pienso en la reina Loana del tebeo, sino en la mía, la que anhelara yo de modos muchos más etéreos, (…) Estoy encarcelado en mi aislamiento caliginoso en este feroz egotismo. Entonces si tal es mi condición, ¿por qué establecer una diferencia entre mamá, Angelo Oso y la reina Loana? Vivo una ontología deshilachada. Tengo la soberana potestad de crear mis propios dioses y mis propias madres. (Eco 2005: 457)

En conclusión, el mundo posible que cada historieta propone, llena de criaturas del espacio, animales antropomorfos, superhombres, magos y megalómanos interplanetarios, lejos de tener un trivial o curioso objetivo como presencia dentro de la trama que Eco estructura, pretende tal como expuse desde un principio, dar a conocer a través de Yambo y su problemática personal, una situación que más bien afecta a toda una generación, la del personaje que en gran medida se condice con la experiencia del autor extratextual o de carne y hueso. Eco, en más de una ocasión, ha revelado su pasión como coleccionista y su afán académico por analizar productos inusuales para el canon; esto sin embargo; no excluye para nada en la mirada proyectiva del creador, a los antecesores y sucesores de tal grupo etario, de manera que todas las variables y percepciones se visualizan, las de aquellos no afectos al comic y los medios de masas directamente, como los nacidos y formados al alero de estos medios de modo irrevocable. Los primeros están caracterizados en el relato por el abuelo del librero, y aparecen justamente reacios a adoptar estos productos como parte de la cultura, otorgan una mirada juiciosa que demoniza el arte visual de los comics otorgándoles el carácter de fuente estupidizante y banal, los segundos por otra parte, corresponden dentro del texto a los nietos del protagonista y extratextualmente a muchos de los eventuales receptores de la novela, lector empírico inmerso y al corriente de estos signos, al punto de adherir a ellos como lo más cotidiano y directo, pues en el devenir, estos diseños narrativos han llegado a ser parte de nuestros referentes formativos, en tal medida, el noveno arte cobra un sentido mítico y existencial dentro del mundo en que vivimos. Esta afirmación, lejos de ser exagerada y arbitraria, es consecuente con la noción que el semiólogo italiano sostiene. Umberto Eco ha intentado en su obra, una definición mucho más amplia que la lingüística; que concibe la historieta como un sistema que constituye un orden secundario, es decir, un sistema parasitario de signos connotativos, que funciona dentro de un primer sistema denotativo: el del habla y la imagen (Baur1978: 23). Desde el punto de vista de la semiótica en cambio, Eco nos provee un concepto más preciso; “la historieta es un producto cultural, ordenado desde arriba y que funciona según toda la mecánica de la persuasión oculta, presuponiendo en el receptor una postura de evasión que estimula de inmediato las veleidades paternalistas de los organizadores (...), así, los comics, en su mayoría, reflejan la implícita pedagogía de un sistema y funcionan como refuerzo de los mitos y valores vigentes”. (Eco 1985:299)

Podemos entonces, entender esta postura frente al comic como una visión que parte bajo la mirada de las teorías de la semiótica para adentrarse en las intenciones político-sociológicas de una cultura, aproximación que nos da pie a indicar la relación directa entre significantes y los valores e ideologías sociales que subyacen en una determinada época; Eco por tanto, nos invita a entender el noveno arte, como una realidad semiótica no desprovista de una intencionalidad cultural y formativa implícita.

En síntesis, la suma de todos los factores revisados demuestra una mirada extensa y persuasiva que Eco nos quiere dar en torno al comic y su importancia formativa y expresiva para el hombre contemporáneo. El mismo creador señala lo siguiente: La necesidad del Comic desde el sigo XX al XXI ha cambiado, importante es mencionar la esencia que estos tenían en la II Guerra Mundial, no sólo en Estados Unidos, si no que en los otros países afectados como por ejemplo Japón. En Japón, el manga se utilizó para contar relatos bélicos donde los orientales ganaban y se enaltecían, pero estos fueron prohibidos por el ejército norteamericano, y la necesidad de manga de post guerra fue la evasión del horror de la bomba atómica de modo barato y simple. Las necesidades a partir de los ’70 cambiaron y el comic ahora pretende relatar hechos históricas de forma alternativa (Ucronismo). El mundo del Comic influyó fuertemente en lo diferentes medios de comunicación y en el pasar de las vidas de sus adeptos, ilustrando de forma certera y enfática lo que el dibujante desea mostrar, observación de la realidad desde balcones o ángulos imposibles. Lo que en la obra, se traduce en una estrategia intertextual más, para constituir un recorrido semiótico y sociológico por la historia del mundo, Europa y específicamente Italia. Eco se refiere a toda una generación de adultos que vivió los embates de la primera mitad del siglo veinte; las guerras mundiales y el fascismo de Mussolini. De modo que, al eliminar el factor personal y emocional podemos situar las condiciones de Bodoni, la perdida de su memoria episódica y la inmensa red semántica que posee bajo un contexto claramente demarcable, Italia, logrando en el diálogo con su historia, una decodificación y mirada en contraste con la visión que aquel hombre adulto sostiene y representa. Yambo es un espécimen propio de un tiempo y espacio, desnudo ante los signos que forjaron su identidad y la de sus contemporáneos, pero desde la perspectiva del sujeto como texto; plagado de intertextualidades que aluden a nuestro pasado en común, presente y futuro, nos es valido evaluar nuestra propia experiencia y realidad. Por ello, la historia no se cierra allí, es extensible a otros contextos y vidas. Si transponemos el recorrido como el mismo Eco señala, a la experiencia japonesa de la guerra y postguerra o cualquier otra que el arte en todas sus formas y medidas invita a reformular y replantearse, podemos pensar la experiencia estética como “participación y curiosidad desde la diferencia”

Autor: Daniel Rojas Pachas.

Publicado en: Cinosargo.


No hay comentarios:

Cinosargo Ediciones

Cinosargo

Cinosargo es un proyecto multimedia transfronterizo que abarca la difusión digital del arte a través de su revista, y la producción y distribución del libro impreso gracias a la editorial y la organización de Ferias, Festivales y Congresos




Recent

randomposts

Random

randomposts