sábado, 28 de junio de 2008

Semblanzas profundas: Poetas en Dictadura de Mayo Muñoz


Esta semana, queremos dedicar Semblanzas profundas a un libro que a juicio de Armando Uribe Arce incomparable poeta y premio nacional de literatura año 2004, es un compendio inconmensurable de voces y verdadero mapa poético sin parangón en Chile, en los últimos 30 años.

La antología, titulada "Poetas en Dictadura”, comprende el trabajo realizado por autores del norte grande, de la en ese entonces, primera región. Hoy, zona política y administrativamente escindida en dos cuerpos, la XV de Arica y Parinacota y la I de Tarapacá.

El periodo de producción, que este libro de 500 páginas y completa bibliografía comprende(referencias a otras antologías, premios en concursos de los poetas nortinos, revistas y discografías) principia con el quiebre de la institucionalidad en el año 73 y cierra su umbral, con la vuelta a la democracia, durante 1990. De ahí su nombre, pero principalmente su espíritu.

La obra, sin lugar a dudas, es una tarea ambiciosa, que procura escuchar y muchas veces rescatar para luego difundir, el discurso lírico y la voz poética de una región del mundo, por lo demás desértica y alejada de su centro, plasmando en el papel las impresiones sensibles de una generación que de forma abrupta y violenta, tuvo que ajustarse a condiciones de vida y expresión extremas, las cuales desafiaron material y anímicamente, el libre ejercicio de la voluntad, bajo pena de exclusión o muerte.

Poetas en Dictadura, nombre que el mismo autor, Mayo Muñoz, reconoce en el prologo del texto, puede provocar resquemor, pugnas y prejuicio, resulta como obra y totalidad, incluso para el lector de hoy, muchas veces indiferente o el de ayer, de cara al conflicto, sumido en cualquiera de los bandos, imposible de escamotear en su valor estético. Desde luego que hay un fuerte factor documental y cronístico implícito, pero no se debe imponer y eludir por ello, el ejercicio literario que supera toda barrera de intolerancia, a medida que se van desplegando los versos, sin perder en lo absoluto, la fibra personal e íntimo sentir de cada creador, al punto de elevarse más allá del álgido contexto histórico.

Sin duda el devenir motivó muchas de las piezas, no podemos negar con respecto al libro, su condición de vaso comunicante y referencia obligada a un pasado todavía palpitante, tour de force a las impresiones del momento y el sentir que subyace como herida aunque también, cual búsqueda constante de un sueño, esperanza que no se diluye, arrebato, rabia, escape, tortura o delusión, una gama extensa de sensaciones y sensibilidades que alejan a esta compilación, de la univocidad del folletín.

Distanciamiento peculiar y propio del arte. Reside en la manera en que los autores se apropian del mundo que los rodea y el lenguaje cotidiano, para crear su propio código, una metáfora de lo esencial, con lectura abierta y pluralista, sin el peso, que imponen los abanderamientos e ideologías.

No es tampoco la intención del texto, fragmentar un país que empieza y trata tozudo, aunque muchas veces falle en sus intentos por lograr unirse y edificar una identidad por medio de su más grande valor, las personas, el diálogo, la empatía y esa capacidad de sentir y comunicar sin restricciones y represión.

La Creación de Poetas en Dictadura, antología de la primera región procura retomar y en muchos casos, azuzar esa incesante necesidad dialéctica, la confrontación de ideas y la construcción de nuevos caminos a partir de las impredecibles rutas que genera el debate. Gestada en su totalidad por el poeta y narrador nacional Mayo Muñoz, Poetas en dictadura vio la luz el año 2004.

Mayo, escritor del norte de Chile, nació en Illapel, cuarta región del país y fue testigo y protagonista preferencial de los cambios y conflictos que enfrentó la nación. Exonerado y preso político, ha publicado Alambradas Rotas que cuenta con tres ediciones (1981, 1997 y 2002) 56 kilos de carne y hueso del 84, para criar cantando del 87 y Norteamar también del 2004. Además de otras antologías breves entre los años 97 y 98.

De este recorrido por las letras, nace una combinación de creador y ávido lector de sus pares, capaz de establecer un criterio de selección equitativo en la distribución de espacio y entrega del material literario y no por ello reduccionista, pues el antologador, reconoce diferencias de envergadura, alcance de las obras y calidad, pero sin duda no olvida la constancia, maduración y reflejo de un sentir que impulsó el desarrollo social, la restauración y en mayor medida, hizo patente el latido más visceral de voces y discursos que se presumían silenciados

En términos técnicos, esto se traduce en su interés por considerar como obra publicada para la compilación, los diversos medios de transmisión de textos, oral, canto popular, revistas, poesía visual, trípticos, cintas grabadas, mimeografía y una larga lista de alternativas de difusión algunas precarias y otras subversivas.

Finalmente, de la misma forma que señala su interés por considerar todos los focos y vías de poetizar, el autor no olvida en su abordaje (nombre del prefacio) señalar el problema de irrealidad que descansa en toda antología gestada con buenas intenciones pero con una lejanía tangencial al universo que viven y sufren los actores recoplidados.

Primero se piensa en las publicaciones hechas por cofradías y grupos y luego en aquellas que se tramitan desde un bureau en el centro el cual sólo atiende a un número restringido y muestra sesgada, en sentido contrario a estos ejemplos, Muñoz destaca la labor de algunos compañeros de ruta, Martínez Fernández en Palabra escrita, Juvenal Ayala con su antología Poética del Norte en el 98 y la de Luís Araya Novoa llamada Espejismos del 97.

Entre los nombres que forman Poetas en dictadura y sin ánimo de exclusión o preferencia, podemos nombrar a: Nana Gutiérrez, Alicia Galaz Vivar, Iris Fernández Ángel, José Martínez Fernández, Ariel Santibáñez, Luís Araya Novoa, Patricio Ubeda, Walter Rojas, Rodolfo Khan, José morales Salazar, Carlos Mamani, Miguel Duran Candia, Omar Alegría, Pachita Arancibia, Juvenal Ayala, Alberto Carrizo, Claudio Castro, Florencio Faundez, Luisa Guerra Moreno, Oscar Hahn Gastón Herrera Cortes, Carlos Marchant, Priscilla Marinkovic Tapia, Raquel Pino Parraguez, Guillermo Ross-Murray, Ariel Santibañez, Ramon Seguel Vorpahl, Oliver. Welden y el antologador, Mayo Muñoz entre otros.

Es importante también, no olvidar el epígrafe de Lihn. Este nos sirve para comprender la filosofía y visión que reposa tras esta mirada literaria, que surge treinta y un años después de los eventos, que produjeran el gran quiebre vital que aún acosa a nuestro país y a sus habitantes, los escritores del texto no son la excepción.

Por tanto, al revisar las palabras de inicio que dicen así: Ni a pesar de la cólera quise desbaratar a mi enemigo. Pero escribí y me muero por mi cuenta, porque escribí, porque escribí estoy vivo.

Descubrimos la acertada elección del autor, que sabe lo duro y confrontacional de su empresa, pero que con coraje asume la apuesta hasta el final y tal como desnuda el ineludible escritor de la generación del 50 con sus trascendentales versos. Hay una necesidad de reconstruirnos y crecer pero el rencor no es la opción sino la autonomía e impenetrabilidad de nuestras conciencias y eso sólo se consigue cuando somos verdaderamente libres y no cifras o autómatas por voluntad propia, presas de la autocompasión o víctimas de la mano traidora que siempre desea el poder a cualquier precio

El devenir, (vida y obra) de los autores que tengo en mis manos al realizar esta crónica me compele como escritor, poeta y sobre todo como persona, a reflexionar y entender una calidad de sucesor, no sólo en lo artístico, sino humano, lo cual implica a su vez, un llamado y apelación general, en el cual es indispensable reconocer las diferencias y los puntos de encuentro, pues en esa frontera y concordia, duerme el eje de nuestra propio desiderar. Sin duda, esta tarea también le tocó a los poetas de la obra y el autor consciente de ello, no quiso que sus amigos, gesta y poesía, quedaran en las sombras de una selva que muchas veces tiende con indiferencia, a devorarnos sin piedad. Sólo queda señalar que esta obra será un modelo de antología y una brújula para todos los que se aproximen al universo de la poesía contemporánea del norte de chile.

Autor: Daniel Rojas Pachas

También Publicado en Cinosargo

Muestra de Poemas de Mayo Muñoz

ROSA DE FUEGO

En nuestro territorio
tenemos encendida< br> aún la rosa
y juramos
que ni siquiera
la mordedura del hambre
ni los húmedos ladrillos
podrán tapiarla para siempre
en el foso del silencio.

QUIÉN ES?

¿Quién se esconde
tras anteojos oscuros
y derriba mi puerta
en la alta noche
De qué se nos acusa ahora
si ya no tenemos heredad,
De qué?, si de poco el dolor
lo fué anegando todo.

¡ Ah, pero en nuestra miseria no permitiremos insolencias. No estamos afiliados al partido. Sólo somos partidarios de la vida y la alegría y no podrán acallarnos a menos qué.

Mayo Muñoz Poeta Nortino

No hay comentarios:

Cinosargo Ediciones

Cinosargo

Cinosargo es un proyecto multimedia transfronterizo que abarca la difusión digital del arte a través de su revista, y la producción y distribución del libro impreso gracias a la editorial y la organización de Ferias, Festivales y Congresos




Recent

randomposts

Random

randomposts